Juego de Tablero: Mice & Mystics

Hace unos meses he retomado los juegos de tablero, y la verdad es que me han enganchado bastante. Por este motivo tengo a mi habitual grupo de rol algo celoso, aunque no hay razón para ello. Os sigo queriendo igual, tontorrones, aunque eventualmente os la pegue con otros.

Como padre friki que soy, empecé a buscar algún juego divertido y currado, pero al mismo tiempo que fuese apto para jugar con mis niñas -que sí, que el Zombicide está guay, pero no las quiero tener todas las noches con miedo a irse a dormir-. Además, buscaba un juego colaborativo en el que todos los jugadores fuesen en el mismo bando. La recomendación vino del mismo grupo en forma de juego de ratoncillos: Mice & Mystics.


Lo compré a través de la propia web Mas Que Oca, donde también tienen enlaces al tutorial en youtube para aprender a jugar. Un detallazo por su parte.

El juego es una pasada. Está muy bien presentado, muy llamativo y con buena variedad de mapas. Y es que ahí es donde está una de las gracias del juego. Las distintas aventuras están planteadas como un cuento, de esos que leemos antes de ir a dormir, y cuyo desarrollo lo van realizando los jugadores. Esta forma de avanzar en la historia es ideal para que los pequeños se involucren y lo vivan.

Otro de los puntos fuertes son las miniaturas ya que, aunque para un jugador de wargames –como yo- se podría decir que son poco chusta, lo cierto es que tienen un detalle muy currado y sólo se les puede achacar el plastiquillo flexible con el que están hechas. Algo por otro lado habitual en este tipo de juegos, y mucho mejor que los inventos de FineShit de una marca de cuyo nombre no quiero acordarme.

Entrando en el juego, hay seis personajes disponibles, y cada jugador tiene que elegir uno o varios, ya que cada aventura hay que jugarla con cuatro ratones. Cada uno tiene unas habilidades distintas, lo que da una variedad muy interesante. Además, nada impide que en cada aventura se elijan distintos ratones para jugar. En cuanto a los enemigos, se manejan de forma automática de acuerdo a unas reglas muy sencillas, de tal forma que nadie tiene que hacer de malo, ni jugar contra los otros jugadores.

Para terminar y por buscarle alguna pega, las partidas a veces se hacen un poco largas. Según las edades de los jugadores, de seis a ocho combates –a uno por loseta- pueden hacer el desarrollo un poco tedioso. Lo bueno es que, según mi punto de vista, es muy sencillo acortar las partidas con reglas caseras reduciendo el número de encuentros. Algo que, si se hace con cabeza, no afecta al desarrollo de la historia.

Pues eso, si sois padres frikis y estáis buscando un juego que compartir con niños -mi hija de 7 años lo juega sin problemas-, especialmente ahora que llegan esas fechas tan señaladas, os lo recomiendo.

Comentarios

  1. Que buena idea y que buena pinta. Me apetece probarlo hasta a mi. :)

    Cuando dices que se alargan un poco, ¿de cuanto tiempo estamos hablando de partida media?

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  2. Muy buenas! Si te digo la verdad no sé exactamente. Con los niños el tiempo discurre de una forma distinta. :-D

    Yo creo que se nos empieza a hacer pesado y decae la atención por encima de la hora de partida. La próxima vez me fijo y te digo. :-)

    También hay que tener en cuenta que la introducción de cada capítulo, que es una pequeña historia que hay que leer en voz alta, también cuenta para el tiempo que se dedica al juego. :-)

    Sobre lo de probarlo, no te digo Trigo, etcétera. :-D

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